viernes, febrero 05, 2010

Cuentan que a un condenado a muerte le concedieron un último deseo.

—Mi deseo es no estar presente en la ejecución —respondió.

Los ejecutores lo pensaron un momento.

—Eso no te lo podemos conceder —le respondieron finalmente.

—Debes solicitarnos otro deseo.

El reo lo pensó un momento y finalmente apuntó:

—Entonces, mi deseo es aprender japonés…

Imposibles...

Acabo de ingeniarme la unica figura geometrica de dos lados.

pero debido a su complejidad y posibles conflictos, he decidido no publicarla.

en todo caso, es gratificante saber lo que puedes llegar hacer con algun tiempo de meditacion.


saludos bloggeros.